En el marco de la fabricación de protectores faciales, la agrupación ImpactoUDD se sumó al equipo que busca contribuir a la seguridad del personal de salud del Hospital Padre Hurtado durante el Covid-19.
Ante la actual contingencia del Covid-19, la Dirección de Innovación UDD incorporó a ImpactoUDD en la producción de protectores faciales. La labor, que se ejecuta en la granja de producción masiva con diseños propios, tiene por objetivo lograr confeccionar mil viseras usando impresión 3D, las cuales son distribuidas por la Facultad de Medicina UDD al Hospital Padre Hurtado de San Ramón.
Con gran rapidez, la agrupación ImpactoUDD, integrada por estudiantes, adquirió un rol protagónico en este proceso a partir de un trabajo presencial y a distancia. Al respecto, la Coordinadora de ImpactoUDD, Patricia Breuer, valora la motivación y el esfuerzo realizado por los alumnos. “La experiencia es muy positiva porque hay una muy buena disposición de los estudiantes a colaborar, eso sumado a que la modalidad de trabajo desarrollada por ellos les ha permitido enfocarse en el objetivo de lograr mil protectores faciales que serán entregados al Hospital Padre Hurtado”.
Lucas Linzmayer, coordinador estudiantil de la agrupación ImpactoUDD y estudiante de cuarto año de Ingeniería Civil Industrial UDD, comenta que la experiencia ha sido gratificante. “No sólo me ha gustado porque aprendí cómo es el proceso integral de funcionamiento de las impresoras 3D, arduinos e internet de las cosas, sino que también por el hecho de ser parte de un equipo que aporta a enfrentar de mejor manera el Covid-19 a un recinto de salud”. Agrega que durante su participación ha logrado “conocer estudiantes de otras carreras, lo cual me permite conocer otras experiencias que me aportan a mi formación profesional”.
Guillermo Pizarro, estudiante de Ingeniería Civil en minas, cursando su último ramo, nos cuenta que bajo la organización de Fabrizio Alvarez del equipo de innovación de la facultad, pudieron organizar el trabajo para empezar con la fabricación de los primeros prototipos. “Me gusta mucho colaborar y ayudar a las personas. Creo que en el país se necesitan estas iniciativas y ahora más que nunca ya que estamos viviendo una situación poco habitual. Como ingenieros que vamos a ser podemos aportar con un granito de arena, sobre todo a los médicos que están expuestos en primera línea. Tengo personas cercanas trabajando en los hospitales y como ciudadanos y alumnos podemos involucrarnos y ayudar”.
A los mil protectores faciales en los que trabaja la sede Santiago, se suman los primeros 200 que ya fueron confeccionados en Concepción y que la Facultad de Ingeniería distribuirá a una institución por definir.