Estudiantes, docentes, investigadores, gestores de reservas de biosfera, representantes de gestión pública y líderes comunales, participaron de talleres, prácticas de campo y seminarios sobre monitoreo ambiental participativo en San Carlos, Reserva de Biósfera Agua y Paz, Costa Rica. Los estudios se realizaron gracias al respaldo de la Comisión Costarricense de Cooperación con la UNESCO y al financiamiento del Programa de Participación de la UNESCO.
Estas actividades, se desarrollaron en el marco del proyecto denominado «Monitoreo ambiental comunitario en Reservas de Biósfera afectadas por la minería y las industrias extractivas: capacitación y tecnologías apropiadas para respuestas y adaptaciones locales presentes y futuras», que tiene como objetivo “Diseñar y poner a prueba un modelo basado en la comunidad para la vigilancia de los posibles impactos de las actividades antropogénicas e industriales en diferentes matrices ambientales en Reservas de Biósfera”.
Asimismo, se resalta la capacitación en la aplicación de técnicas de monitoreo ambiental, la cual fue facilitada por el Centro de Investigación en Tecnologías para la Sociedad (C+) de la Universidad del Desarrollo (UDD) de Chile y la Universidad de Heidelberg en Alemania con instrumentos de bajo costo dirigida a estudiantes de las carreras de Salud Ocupacional y Ambiente y Gestión Ambiental, de la UTN.
Las actividades mencionadas fueron coordinadas por la Cátedra UNESCO en Reservas de Biosfera y Sitios de Patrimonio Natural Mundial de la Universidad para la Cooperación Internacional (UCI) y la Cátedra Biosfera Agua y Paz de la Universidad Técnica Nacional (UTN), ubicada en San Carlos, Costa Rica.
Además de las universidades antes mencionadas, en el proyecto participaron cuatro reservas de biósfera: Pozuelos, de Argentina; San Marcos de Colón, de Honduras; Oxapampa-Ashaninka-Yanesha, de Perú; y Agua y Paz, de Costa Rica.
Nicolás Zanetta-Colombo, geógrafo e Investigador de la Universidad de Heidelberg, Alemania, destacó la importancia de la vinculación entre la academia y la comunidad al afirmar que esta colaboración conlleva a la toma de decisiones más pertinentes. Además, enfatizó que «es esencial que la academia trascienda las esferas de confort y comparta su conocimiento para democratizar la información científica».
Por su parte, Zoë Fleming, química ambiental e Investigadora de la UDD de Chile reconoció como relevante desde sus roles como científicos investigadores “saber ser flexible y adaptarse a las diferentes circunstancias y tiempos que presenten las comunidades”.
Los instrumentos puestos a prueba en las prácticas de campo fueron sido desarrollados por el equipo de investigación del C+ de la UDD de Chile y entregados como kits de monitoreo de suelo y agua para cada participante de las diferentes reservas de biósfera para que puedan llevarlos a sus países que integran el proyecto.
Del mismo modo, Erickson Tamayo, Alcalde de la Municipalidad Distrital de Constitución y presidente de la Comisión ejecutiva de la Reserva de biosfera Oxapampa-Ashaninka-Yanesha (BIOAY), manifestó que “le interesa poder hacer nexos con la academia en su territorio. Aparte de los kits se llevan el aprendizaje y el compromiso de seguir trabajando y asignar algún presupuesto para poder gestionar este tipo de actividades en su reserva”.
Las Herramientas costo-eficiente o de bajo costo son un ejercicio de empoderamiento de la comunidad, son un vehículo para que puedan ser parte de estos procesos, y contar con información de primera mano que aporta a la toma de decisiones a nivel local.
Entendiendo que las reservas de la Biosfera son las personas preocupadas por su territorio y la salud de los ecosistemas y de las personas, los participantes enfatizaron la importancia de devolver a la gente de las comunidades y actores involucrados los estudios que los científicos investigadores hacen en la comunidad, para a partir de ello, diseñar diferentes estrategias de abordaje con los principales actores impactados.
Tania Moreno, Coordinadora de la Cátedra UNESCO en Reservas de Biósfera con sede en UCI, resalta que “la colaboración entre universidades y los comités locales de gestión de reservas de biosfera es una relación ganar-ganar en donde las estructuras de gestión de reservas de biosfera pueden fortalecer la gestión del conocimiento y las universidades pueden realizar investigaciones pertinentes contextualizadas a las necesidades del territorio”.
De esta forma, este proyecto contribuye directamente a la implementación de la Estrategia MAB 2015-2025 y su Plan de Acción de Lima, específicamente al Objetivo A4 sobre investigación, aprendizaje práctico y oportunidades de formación que ayuden a la gestión de las reservas de biósfera.
En el marco de este proyecto, a partir de esta puesta en práctica, se desarrollarán módulos virtuales de acceso abierto que permitirán extender las capacitaciones en estas metodologías y herramientas de monitoreo ambiental participativo.
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