Vicente Lorca, director de Maker Campus, Facultad de Ingeniería UDD.
En la era digital en la que vivimos, la tecnología ha permeado cada aspecto de nuestras vidas, por lo que es esencial que enfoquemos nuestro uso de la tecnología más allá del simple consumo de contenido digital. Debemos incentivar a nuestros niños a ser creadores activos, no meros usuarios pasivos, ya que esta distinción puede marcar una gran diferencia en su desarrollo cognitivo y creativo.
Seymour Papert, pionero en el campo de la inteligencia artificial y la educación, dijo: «la mejor manera de predecir el futuro es inventarlo». Este poderoso mensaje nos recuerda que debemos proporcionar a nuestros niños las herramientas y el entorno necesario para que puedan innovar y diseñar su propio futuro. Programas como los Maker Camps son ejemplos ideales de cómo podemos lograr esto.
En los Maker Camps, los niños tienen la oportunidad de trabajar con impresoras 3D, kits de robótica, circuitos electrónicos y programación. Estas actividades no sólo desarrollan habilidades técnicas, sino que también fomentan la creatividad y el pensamiento crítico. Los niños aprenden haciendo, enfrentándose a desafíos reales que requieren soluciones innovadoras.
Es crucial destacar que la tecnología no se limita a las pantallas. La verdadera esencia de la tecnología radica en su capacidad para transformar ideas en realidad tangible, con el cual, el pensamiento creativo es una habilidad invaluable en el mundo actual. Los niños que desarrollan esta habilidad no solo serán capaces de enfrentar los desafíos futuros con ingenio, sino que también estarán mejor preparados para colaborar, comunicar y liderar en un mundo cada vez más complejo. Las habilidades que adquieren a través de la creación tecnológica, como el pensamiento crítico, la resiliencia y la capacidad de trabajar en equipo, son fundamentales para su éxito futuro.
Además, fomentar el pensamiento creativo a través de la tecnología puede despertar un interés temprano en las áreas STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas). Este interés puede guiar a los niños hacia carreras en campos que están en constante crecimiento y que serán esenciales para la innovación futura.
Es nuestra responsabilidad como sociedad proporcionar a nuestros niños las oportunidades y recursos necesarios para que puedan desarrollar todo su potencial creativo.