Los alumnos de Ingeniería Comercial, Diseño Gráfico e Ingeniería Civil Industrial, Josefa Prat, Felipe Álvarez, Constanza Retamal, Joaquín Brant y Cristóbal Ortiz, crearon EVA (Extractor versátil de arándanos) gracias al programa de titulación alternativa dLab en Concepción.

EVA es una herramienta que tiene como objetivo aumentar la productividad de los cosechadores y productores de arándanos de exportación, solucionando el problema de escasez de mano de obra que existe tanto a nivel nacional como internacional.

¿Cómo nació el proyecto?

Nació gracias a dLab Concepción, donde a través de la metodología ‘Desing Thinking’ se entregó el tema “Agricultura”, y como equipo decidimos salir a terreno enfocándonos en el área frutícola, para luego llegar al arándano de exportación, puesto que es un mercado en crecimiento y con alta rentabilidad.

El gran problema que encontramos en los arándanos de exportación fue la escasez de mano de obra a la hora de cosechar, debido a que es un trabajo por temporada, requiere alto esfuerzo físico y el sueldo es bajo, por lo que como equipo nos pusimos como objetivo aumentar la productividad del temporero para eliminar la incertidumbre del productor de arándanos.

¿Cuál es la solución que buscan entregar con EVA?

Además de aumentar la productividad, EVA contiene un canasto que logra que se minimice el contacto de los arándanos con las manos, que es la causa principal del desgaste del bloom del fruto (cera que da durabilidad y carácter exportable al arándano). Por otro lado, se minimiza la cantidad de arándanos que caen durante el proceso de recolección.

Es importante mencionar que el temporero debe realizar una selección de los racimos que cosecha, para poder extraer la mayor cantidad de arándanos que reúnan las características de exportación, lo que es muy sencillo de hacer cuando los arándanos están dentro del receptor. Por ende, EVA aumenta el beneficio del temporero (usuario) y del productor (cliente).

¿Por qué quisieron ingresar al dLab?

El dLab es un programa que te entrega herramientas únicas, primero que todo te permite trabajar con personas que tienen diferentes personalidades y conocimientos. Además, te introduce al mundo de las empresas un año antes que cualquier otro futuro profesional. Y, por último, te da la posibilidad de desarrollar tu propio Start Up como titulación, lo cual es buenísimo para todos lo que les gusta el emprendimiento y la innovación.

¿Qué fue lo más gratificante y lo más difícil en esta experiencia?

Lo más gratificante como equipo fue encontrar un problema que se presenta en todo el mundo (la escasez de mano de obra en la cosecha de arándanos de exportación), inserto en un mercado muy potente, para el cual creamos una solución disruptiva, innovadora, simple y de alto impacto para nuestro cliente y usuario. Todo esto con un equipo interdisciplinario, el cual nos enseñó a trabajar con personas con conocimientos y personalidades diferentes, adaptarse a este tipo de trabajo fue lo más difícil del proceso.

¿En qué están actualmente con EVA?

Actualmente estamos trabajando con una agencia de diseño industrial de Concepción para optimizar y perfeccionar el diseño del producto, con el objetivo de minimizar el costo de producción. Asimismo, postulamos al ‘Capital Semilla’, próximamente al PRAE y fondo FIA, para poder llegar a vender en octubre 2018, previo al comienzo de la cosecha.

Nosotros queremos llegar al mercado norteamericano, ya que éste produce más del 60% de los arándanos a nivel mundial (Chile es el segundo máximo productor), pero ya estamos en conversaciones con clientes nacionales que tienen producción en dicha zona.

¿Qué cambió esta experiencia en ustedes como profesionales?

Como profesionales nos sentimos más completos, con nuevos conocimientos en áreas diferentes a la nuestra, somos más integrales y tolerantes al relacionarnos con personas que tienen diferentes visiones y puntos de vista. Ahora tenemos una mentalidad abierta para detectar problemas y soluciones innovadoras.

¿Qué mensaje les entregarían a otros alumnos que quieran emprender?

Si tienen ganas de emprender, esforzarse, trabajar mucho en equipo y les apasiona crear soluciones globales, el dLab es la mejor oportunidad que la Universidad del Desarrollo les entrega a sus alumnos.