Se trató el caso de la influenza A/H1N1 del 2009 en México.
Con la presencia de los decanos de las Facultados de Ingeniería y Medicina, José Manuel Robles y Pablo Vial, así como profesores, estudiantes y representantes del Ministerio de Salud y hospitales, se realizó la charla “El papel de las matemáticas en el control de enfermedades infecciosas”, dictado por Gerardo Chowell Ph.D y Académico de la Escuela de Evolución Humana y Cambio Social y del Centro de Matemáticas Aplicadas de la Universidad Estatal de Arizona.
El Dr. Chowell también es investigador afiliado en el Centro Internacional Fogarty del Instituto Nacional de Salud Pública (EE.UU) y profesor investigador en Ciencias Médicas del Instituto Nacional de Salud Pública de México. Cuenta con 70 publicaciones en revistas científicas internacionales y siete capítulos en libros. Además ha contribuido significativamente en la caracterización de la epidemiología del nuevo virus de influenza A/H1N1 y en la estimación de los efectos de las medidas de control que se pusieron en marcha para mitigar el impacto de la pandemia de influenza de 2009 en México.
Para comenzar la exposición, el especialista hizo una revisión histórica del comportamiento de la influenza durante los siglos XX y XXI. El experto dijo que en Estados Unidos mueren anualmente 36 mil personas a causa de esta enfermedad, lo que implica un costo de 11 millones de dólares.
En este contexto, la matemática es muy útil. “Los modelos estadísticos nos ayudan a describir el proceso de transmisión de una enfermedad. Son herramientas que permiten estudiar ciertas hipótesis como la influencia de la vacunación en las personas. Asimismo, se puede conectar el proceso de transmisión con datos disponibles”, afirmó Chowell.
Es así como surge la epidemiología matemática que utiliza modelos como el SIR que trabaja con ecuaciones diferenciadas para crear, por ejemplo, un modelo de estudio e impacto de la influenza A/H1N1 en México el 2009. El modelo dio a conocer que los jóvenes fueron los más afectados por este virus, mientras que los adultos mayores estaban protegidos, ya que padecieron de la enfermedad en su juventud.
Por otra parte, existe el modelo EPISIMS del Laboratorio Nacional Los Alamos (EE.UU), un sistema de simulación con mucho detalle que permite desarrollar un modelo de transmisión incluyendo variables como actividades humanas, censo y programas de prevención. “Este modelo entrega información sobre la interacción de las personas en la ciudad y la transmisión de la enfermedad. Así se crea un archivo de actividades y se determinan las zonas más transitadas. Ya existen modelos de Houston, Los Angeles y Portland en Estados Unidos”, explicó el especialista.
Finalmente, Gerardo Chowell destacó el uso de las redes sociales para detectar información sobre epidemias.