La innovación y trabajo multidisciplinario son pilares de enseñanza en la Universidad del Desarrollo, por ello es que se han implementados diversos cursos con modalidades que exploran la creatividad, ingenio y trabajo colaborativo de los alumnos.
El dLab es uno de ellos, este curso desarrollado por el departamento de innovación, iCubo, en colaboración con Stanford Technology Ventures Program”, es un programa de titulación para alumnos de las Facultades de Diseño, Ingeniería, Negocios, Arquitectura y Comunicaciones (Publicidad). El objetivo es desarrollar proyectos de innovación
Problemática real, fortalecer el liderazgo a través de lazos cooperativos y generando un mayor impacto.
El 2018, destacaron dos alumnos de nuestra Facultad por sus proyectos Alba y I-Help, que fueron premiados en el Jump Chile, un concurso organizado por el centro de innovación UC y Sura, en el que participaron más de 100 de toda Latinoamérica.
Pamela Salazar fue alumna de Ingeniería Civil Industrial en Concepción y fue integrante del grupo creador de Alba, que ganó en la categoría Plata y Desafío Sura destinado a Adulto mayor, además se adjudicaron el fondo a realización de tesis 2018.
Alba es una herramienta kinésica, para usar en las casas, que complementa el tratamiento de los profesional. Esta busca fortalecer la musculatura a través de movimientos guiados y sensores de tiempo. Este equipo está enfocado a pacientes que tuvieron un accidente cerebrovascular.
¿Cómo fue tu experiencia en el Dlab?
Intensa, pero gratificante, requirió de mucho trabajo, paciencia, y sobre todo de constancia y proactividad, ya que todo el tiempo necesitábamos estar buscando contactos, empatizando y obteniendo feedback de profesionales y pacientes, y siempre realizando nuevas mejoras.
¿Cómo llegaron al Jump?
Llegamos a través de los mail que nos mandaba Gabriela Riquelme, sub directora del dLab, en Concepción y que hasta hoy nos manda cada postulación existente.
¿Cómo fue la participación en el Jump?
Fue una gran experiencia, algo realmente nuevo para nosotros. En un principio no le tomamos el peso, solo era una postulación que podía irnos bien o mal, pero nada más que eso. Recién nos dimos cuenta cuando empezamos a avanzar y ver que los feedback de los jurados, personas que no conocían a profundidad el proyecto, eran cada vez mejor.
Ver que de 2000 participantes de todo Latinoamérica estábamos dentro de los 30 semifinalistas y recibir después estos dos premios es una gran motivación de que
estábamos haciendo algo bien y que Alba puede tener un gran futuro.
¿Qué consejos le darías a los alumnos que están pensando en postular al Dlab?
Primero decirles que es una muy buena experiencia tanto educativa como de aprendizaje personal. La clave principal es ser perseverantes, poner mucha dedicación y corazón a lo que uno hace. Muchas veces estábamos cansados de prototipar una y otra vez, que las mejoras no se observarán.Tener que intentarlo 10 o más veces, era muy agotador y frustrante, pero gracias a la gran ayuda de los profesores, tutores y en general a todo el equipo dLab, que fueron un aporte con ideas de mejoras y también un apoyo emocional para nosotros.
Por su parte, Sebastián Pineda estudió Ingeniería Civil Industrial en Santiago y fue integrante del equipo que desarrolló i-Help, premiado como el mejor proyecto Sura que resuelve problemáticas del adulto mayor, con lo que se adjudicaron un capital de 2 millones de pesos.
Su proyecto fue la creación de un dispositivo que ayuda a las personas que tienen retinopatía diabética (ceguera por diabetes) y que son insulinodependientes a que se puedan inyectar la insulina de manera autónoma y a bajo costo.
¿Cómo fue tu experiencia en el Dlab?
Fue una experiencia llena de aprendizaje, trabajo, pero por sobre todo, experimentar como ingeniero lo puedo aportar a un proyecto que quizás no está ligado directamente a mi carrera como lo es el área de la salud.
¿Qué problema se plantearon?
En un principio el problema planteado fue ligado a lo que era el pie diabético, pero a lo largo de la investigación, con mi equipo, nos fuimos dando cuenta de muchos más problemas como la vista en los adultos mayores debido a la misma diabetes.
¿Cómo llegaron al Jump?
dLab fue un gran agente y conector a este concurso, gracias al trabajo y apoyo de ellos, nos enteramos de Jump y pudimos participar de este
¿Qué consejos le darías a los alumnos que están en Dlab?
Mis gran consejo para los alumnos es que abran sus mentes, que aprendan a moldear esa mente cuadrada que uno tiene. En los trabajos interdisciplinarios, no se requiere que se maneje alguna herramienta en específico, es manejar o entender cada una de las herramientas que aporta cada integrante del equipo para que el lenguaje que hablen sea uno y todos vayan como equipo en una sola dirección.
Actualmente, ambos grupos siguen trabajando en sus proyectos.