SEÑOR DIRECTOR
Estos días millones de estudiantesregresan al colegio y a la educación superior de manera presencial tras dos años de clases irregulares por pandemia.
La menor presencialidad ha tenido efectos severos, especialmente anivel escolar, con menores aprendizajes, daño psicológico y socioemocional, y un aumento en ladeserción escolar. Tomará años recuperar los retrasos en los aprendizajes.
Por otro lado, sabemos que el perjuicio es mayor en estudiantes más vulnerables, con menor acceso a la tecnología y en establecimientos muchas veces menos preparados para la educación online. Esto ha aumentado la desigualdad en nuestra educación. Así, las clases presenciales son prioritarias y urgentes.
Expertos son claros en que en el aula no solo se aprenden conocimientos, sino que además se desarrolla una formación integral, que incluye la esfera socioemocional, virtudes y competencias para la vida en sociedad. Demorar la presencialidad solo aumentaría el daño.
Hoy, algunos sectores que se oponen a las clases presenciales argumentan que esto podría ocasionar un alza peligrosa de los contagios. Sin embargo, ya sabemos que la exitosa vacunación en Chile ha disminuido los riesgos para la salud, y está probado que el riesgo de desarrollar una versión grave de la enfermedad es muy bajo en niños y jóvenes.
Además, existen ya ejemplos en colegios y universidades que han demostrado que el retomo presencial es seguro y beneficioso para nuestros estudiantes. Hemos visto la mayor motivación por aprender de los estudiantes en sus salas, así como el entusiasmo de los profesores.
Es momento que prioricemos el desarrollo de nuestros estudiantes, especialmente los más vulnerables.
Fernando Rojas
Exsubsecretario de Educación
Decano Ingeniería UDD