Fuente: Diario El Mercurio
Entre 2010 y 2019, las emisiones de gases de efecto invernadero a nivel global fueron las más altas de la historia.
Aunque el ritmo de ese aumento ha disminuido, si no se recortan las emisiones desde ya, será demasiado tarde, advierte el último informe sobre mitigación del Panel Intergubernamental para el Cambio Climático (IPCC) publicado ayer.
“Este informe es una letanía de promesas climáticas incumplidas”, dijo durante la presentación António Guterres, secretario general de Naciones Unidas. “Es un registro de la vergüenza, que cataloga las promesas huecas que nos encaminan con paso firme hacia un mundo inhabitable. Vamos hacia el desastre climático por la vía rápida”, agregó.
Según el informe, realizado por 278 autores de 65 países, para detener el aumento de la temperatura promedio del planeta en 1,5 °C se deben reducir las emisiones en un 43% durante esta década, pero los compromisos climáticos que existen hoy no solo no disminuirían los contaminantes, sino que los aumentarían.
Además, es necesario que las emisiones lleguen a su punto máximo en 2025, a más tardar, para luego declinar, y que el metano merme en cerca de un tercio.
Si se sigue en el camino actual, nada de esto sucederá. “La manera de enfrentar la crisis climática es dejar de quemar combustibles fósiles”, dice Maisa Rojas, ministra del Medio Ambiente.
“La guerra y el aumento de precios debiera hacernos reaccionar sobre la importancia de dejar de depender de estos combustibles, ya que nos hace vulnerables.
Deberíamos aprovechar este momento para acelerar la diversificación de la energía”, agrega. “Estamos en una encrucijada. Las decisiones que adoptemos ahora pueden asegurar un futuro digno. Contamos con las herramientas y los conocimientos especializados para limitar el calentamiento”, dijo Hoesung Lee, presidente del IPCC.
Ya existen políticas, regulaciones e instrumentos de mercado, agregó, que están resultando eficaces y que, si se amplían y aplican de una manera más generalizada y equitativa, pueden respaldar una fuerte reducción de las emisiones.
“Los países que han logrado reducir sus emisiones (al menos 18) han demostrado que es factible hacerlo y seguir creciendo económicamente”, dice Alex Godoy, director del Centro de Investigación en Sustentabilidad y Gestión Estratégica de Recursos de la U. del Desarrollo y uno de los 38 editores revisores que tuvo el informe.
Oportunidades
Por ello, si el bien el documento enciende al máximo las alertas sobre la urgencia de pasar a la acción, también asegura que en todos los sectores hay importantes oportunidades para reducir las emisiones.
Las zonas urbanas, por ejemplo, se pueden volver caminables, se puede electrificar su transporte, y generar mayor absorción y almacenamiento de carbono a través de las áreas verdes.
En tanto, la industria puede utilizar materiales de manera más eficiente, reutilizando y reciclando, y reduciendo al mínimo los residuos.
Como este sector representa casi una cuarta parte de las emisiones globales, advierte el informe, además será necesario crear nuevos procesos de producción, y utilizar hidrógeno y electricidad de bajas o cero emisiones, entre otros.
Por su parte, la agricultura y la silvicultura, así como otros usos de la tierra, pueden reducir las emisiones a gran escala, así como eliminar y almacenar dióxido de carbono masivamente. Esto beneficia a la biodiversidad, ayuda a la adaptación al cambio climático y también permite garantizar suministros de alimento, agua y madera.
Adoptando dietas más saludables —basadas en legumbres, frutas, vegetales y productos de origen animal producidos sosteniblemente y con bajas emisiones—, reduciendo el desperdicio de alimentos y utilizando biomateriales alternativos al plástico se puede llegar a reducir hasta 3,5% de las emisiones.
“Si disponemos de las políticas, infraestructura y tecnologías adecuadas para realizar cambios en nuestros estilos de vida, de aquí a 2050 podremos reducir las emisiones entre 40% y 70%. Esto ofrece importantes posibilidades que aún no hemos aprovechado”, dijo Priyadarshi Shukla, copresidente del Grupo de Trabajo III del IPCC.
Como el informe revisó trabajos científicos publicados hasta el 11 de octubre de 2021, también se consideraron investigaciones hechas en pandemia. “Lo que apareció es que los cambios en el estilo de vida, entre los que están el caminar, teletrabajar y usar más la bicicleta, significaron una reducción en las emisiones”, dice Godoy.
Esto, agrega, combinado con políticas adecuadas, el desarrollo sostenible de las ciudades y la electrificación del transporte, puede lograr una reducción considerable de las emisiones futuras.
Disminución
Desde 2010, los costos de la energía solar y eólica, y de las baterías, han disminuido hasta en 85%. Para lograr detener el aumento de la temperatura promedio del planeta en 1,5 °C se deben reducir las emisiones de CO2 en un 43% durante esta década.