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Claudio Muñoz: “Me preocupa que a este país le esté costando tanto ponerse de acuerdo”

En su reciente visita a la sede penquista de la UDD, a la ceremonia de cierre de la primera generación de egresados en Concepción del programa Ingeniería con la Empresa, el académico y director de empresas detalló los avances de esta iniciativa.

Fuente: Trade News

Entre la empresa, la academia, el voluntariado y los temas de cambio climático transita Claudio Muñoz Zúñiga. Este chileno-español, quien preside actualmente el directorio de Corona S.A., fue también vicepresidente del Grupo Telefónica y sigue como voluntario de la Fundación Telefónica, fue presidente y es actual director de Aguas Andinas.

Pero eso no es todo en la historia profesional de este ingeniero civil industrial de la Universidad de Chile. El autor del libro “¿Y si nos ponemos de acuerdo? Diálogos para un Chile Posible”, es también consejero de Duoc-UC, es presidente de Chapter Zero Chile, una iniciativa de acción contra el cambio climático. Es ex presidente de Icare y miembro del directorio de la Fundación Protectora de la Infancia,  además de ser académico de la Universidad del Desarrollo, presidente del Centro de Transformación Digital de la Universidad, y del Centro Colaboración Empresarial de la misma casa de estudios.

En ese terreno es que dialogó con www.trade-news.cl en su reciente visita a la sede penquista de la UDD, tras participar en la ceremonia de cierre de la primera generación de egresados en Concepción del programa Ingeniería con la Empresa (Iclae).

Del otro lado del pequeño escritorio de profesor, Claudio Muñoz comenta, mientras termina de acomodarse, que “las  empresas nos hemos dado cuenta que los desafíos que enfrentamos, que normalmente tienen que ver en cómo nos transformamos, reinventamos modelos de negocios o cómo hacemos mejor las cosas finalmente solo tienen que ver con talento, con tener a las personas que nos puedan ayudar a enfrentar y a resolver esos desafíos”.

Y es en esa línea, explica que la Universidad del Desarrollo está impulsando un programa único en Chile y que busca desarrollar el talento en las carreras de ingeniería a través del programa Iclae. “En concreto el programa lo que hace es que los alumnos en sus dos últimos años de la carrera, (4to y 5to año) están la mitad del tiempo estudiando y la otra mitad trabajando. Es decir, lo que ha hecho la Universidad es transformar un régimen semestral de estudios en uno trimestral, donde los alumnos están tres meses en la universidad y los otros tres desarrollando proyectos en la empresa”.

Con eso se está logrando que estos alumnos conozcan la empresa, se preparan en desafíos reales de las compañías y eso está siendo una solución para éstas, afirma.

¿Cuántas empresas de la región están adscritas a este Programa?

De la región son cinco y a nivel nacional suman 26 empresas. Del Biobío y en esta promoción, están la empresa Arauco, Inchalam, San Vicente Terminal Internacional, Essbio. Pero ya llevamos tres promociones del programa.

¿Este es un modelo inspirado en el sistema alemán de educación dual y que hasta ahora se aplica en Chile en la educación técnica-profesional?

Efectivamente, empezó en Alemania y la diferencia es que hasta ahora en Chile todo lo que se hace en educación dual se hace en colegios técnico-profesionales. No hay ninguna experiencia que aplique esta metodología en una universidad y en eso la UDD es pionera en Chile y esto nos parece muy potente, porque en la medida en que uno vincule tempranamente a los jóvenes con el mundo del trabajo lo que logra es que conocen mejor los desafíos, por lo tanto, las empresas ya no tenemos que hacer lo que nos pasaba muchas veces, que contratábamos un profesional recién titulado y teníamos que esperar un año a que conociera la empresa y entendiera su funcionamiento.  Ahora, son alumnos que terminan su carrera y tienen dos años probados de experiencia.

¿Esto es importante?, porque normalmente cuando el egresado sale al mundo laboral se le pide experiencia, lo que es casi un contrasentido y es relevante también, porque los jóvenes se quedan en la región.

Así es. Y esta es una preocupación que aparece en las empresas de la región y es que algunos alumnos quieren ir a otras regiones a trabajar e instalarse, pero nosotros creemos que estos programas generan una fidelidad, porque las empresas contratan finalmente a estos alumnos que, además, ya están recibiendo una remuneración y eso empieza a cambiar estas visiones y a apostar a quedarse aportando al desarrollo de la región.

¿Hay un rol más relevante de las empresas también que se involucran hoy en día en la formación de capital humano?

Aquí hay una cosa que nos gusta mucho, porque esto habla muy bien sobre el hecho de que las empresas jugamos un rol en la formación. Antes si yo necesitaba un profesional iba a buscarlo y lo encontraba. Hoy eso ya no es tan cierto. El talento está siendo cada vez más escaso, por lo tanto, anticipar este proceso, involucrarse tempranamente en la formación, llevar alumnos a las empresas y ayudar a formar este talento joven nos parece que es una estrategia acertada.  Por eso estamos contentos de lo que está pasando acá en Concepción e invitamos a muchas más empresas a sumarse a este programa. 

¿Cuántos alumnos han egresado en estos tres años del programa en el Biobío?

Vamos en la tercera generación de alumnos. Hoy hay 90 alumnos cursando este programa en tres generaciones. La primera generación de 30 alumnos partió en 2021 y ellos ya tienen estos años cursados y el programa terminado. De esos alumnos, el 73% ya está contratado y el 90% de ese 73% los contrató la empresa donde cursó su programa. Esto demuestra que no sólo mejora talento, sino que, de hecho, mejora empleabilidad.

La tercera generación partió este año en marzo y ahora en junio inicia su primer trimestre-empresa. No encantaría de que esta fuera una nueva manera de formar profesionales de la ingeniería y de otras carreras en Chile, porque lo que es claro es que necesitamos talento y habilidades y que los jóvenes se entusiasmen con este tipo de formas de aprendizaje.

«Tenemos muchos desafíos perfectamente identificados. El tema es ahora como nos ponemos de acuerdo para resolverlos«

¿Cómo profesional estrechamente ligado al mundo empresarial, cómo ve el actual estado del país? 

Yo siempre digo que tengo el privilegio en esto de combinar al menos dos sombreros. El de ser director de empresas y el de trabajar en la academia contribuyendo a la transformación en el modelo de educación para el trabajo, lo que quizá me permite tener una perspectiva más amplia y a mí me preocupa el que a este país le esté costando tanto ponerse de acuerdo. Lo que llama la atención es que hemos ido creando lo que pareciera ser un individualismo que nos hace difícil ponernos de acuerdo en visiones comunes y eso es una pérdida de talento. Los países también tienen talentos y cuando ese talento se ponga de acuerdo en trabajar juntos las cosas se resuelven mejor y antes.

Soy crítico respecto de lo que hemos construido en Chile. Creo que todos los sectores; el político, el empresarial, la academia y la sociedad civil tenemos que hacer una reflexión profunda de esto, porque pareciera ser que ahora ponemos más énfasis en cómo nos dividimos o donde están los antagonismos versus decir por qué no nos ponemos de acuerdo en una visión común y la construimos juntos. 

Tenemos muchos desafíos perfectamente identificados. El tema es ahora como nos ponemos de acuerdo para resolverlos y yo, humildemente, creo que la solución es que trabajemos todos juntos. Esto no es de un iluminado que tiene la respuesta, no es que las empresas, el gobierno o la sociedad civil puedan hacerlo y resolver todo. Esto es articular un entendimiento común, una unión de país y ponernos todos a trabajar. Así los países prosperan y así resuelven sus desafíos, concluyó Claudio Muñoz.