Hero Image

Noticias

Diego Rivera | Seguridad alimentaria en amenaza por escasez de agua – El Mercurio

Fuente: El Mercurio

La seguridad alimentaria afronta una seria amenaza debido a la creciente escasez de agua en el mundo, lo que compromete la producción agrícola y el suministro de alimentos.

Según la FAO, cerca del 70% del agua dulce se destina a la agricultura, “lo que afecta el acceso y la disponibilidad de alimentos frescos y saludables”, dice Eve Crowley, representante de la FAO en Chile.

La escasez de agua le introduce incerteza al sistema y aumenta el riesgo de no producir una determinada cantidad de alimentos, “pero hay formas de compensar estas pérdidas mediante prácticas más eficientes, otras fuentes de agua o de producción”, explica Diego Rivera, docente de Recursos Hídricos de la UDD.

Una forma de compensación consiste en que los agricultores tendrán que ajustar qué y cuánto van a producir.

Pero hay una presión directa, porque, si escasea el agua superficial, tendrán que ir al agua subterránea, lo que podría tener algún efecto en los precios y disponibilidad.

Crowley asegura que estudios muestran un desplazamiento de las actuales zonas agroclimáticas más hacia el sur, que puede traer consecuencias negativas si no existe ordenamiento territorial, y un desarrollo y crecimiento sostenible, por lo que es importante realizar una adecuada gestión del recurso hídrico para no afectar la seguridad alimentaria.

Una alternativa es la tecnificación de riego, “que más que permitir la expansión de la superficie regada, se debe garantizar la seguridad de riego de la superficie agrícola actual bajo un escenario de cambio climático”, afirma Crowley.

Por su parte, Rivera explica que la implementación de riego presurizado o automatizado permite una mejor contabilidad con el agua y los fertilizantes.

No obstante, asegura que el escenario en Chile es positivo, ya que los países que tienen un mayor riesgo frente a esta escasez son los que no tienen la infraestructura hídrica suficientemente desarrollada, o que tienen niveles tecnológicos bajos.

“La capacidad técnica, tecnológica y de capacidades del sector agrícola, de las empresas y de la academia es alta.

Sin embargo, falta avanzar en que los datos obtenidos sean información útil para los agricultores”, dice.

En tanto, Crowley explica que hay que fortalecer la gobernanza para una mejor gestión hídrica: “La última reforma al Código de Aguas presenta el reto de implementar la priorización de usos, la protección de ecosistemas y el acceso inclusivo para usuarios más vulnerables”.

A pesar de la crisis hídrica que afecta al país, su infraestructura hídrica y tecnología le impiden ser vulnerable.