Por: Jorge Contreras, investigador Centro C+, Facultad de Ingeniería y docente de Enfermería, Facultad de Medicina Clínica Alemana, UDD.
En los últimos años, los innovadores avances tecnológicos en el área de la salud han transformado profundamente cómo entendemos y abordamos el bienestar humano, con múltiples experiencias en Chile y el mundo. Sin embargo, un aspecto que aún requiere mayor atención es la participación activa de los profesionales de la salud en todas las etapas del ciclo de innovación: diseño, desarrollo, validación y posterior implementación. Además, es crucial que estos avances no se centralicen únicamente en las grandes ciudades, sino que también se expandan a regiones, donde el conocimiento contextual y la creatividad local pueden marcar una diferencia significativa.
El trabajo interdisciplinario es esencial en este ámbito. Diseñadores, ingenieros, médicos, enfermeras, químicos farmacéuticos y otros profesionales deben colaborar desde el principio para asegurar que las soluciones sean funcionales y útiles para los sistemas de salud y los pacientes. En la Región del Biobío trabajamos en proyectos que combinan el conocimiento de profesionales de Santiago y Concepción han permitido abordar necesidades específicas, como el diseño de tecnologías para adultos mayores en zonas rurales y el desarrollo de herramientas adaptadas a contextos de bajos recursos. Estas iniciativas no solo demuestran la efectividad de la colaboración regional, sino también cómo el trabajo conjunto puede superar barreras que los datos estadísticos a menudo no revelan.
Un elemento esencial para el éxito de estas iniciativas es la creatividad. En palabras de la escritora Maya Angelou: “No se puede agotar la creatividad. Cuanto más usas, más tienes.” Esta frase cobra especial relevancia en el contexto de la innovación en salud, donde los profesionales, al estar en contacto directo con los pacientes, enfrentan desafíos diarios que inspiran ideas innovadoras. Con el apoyo adecuado, estas ideas tienen el potencial de transformarse en soluciones tecnológicas que impacten positivamente en la calidad de vida de las personas.
¿Cómo podemos promover plataformas y redes que permitan a estos profesionales compartir sus ideas y colaborar con otros sectores y regiones? Es fundamental garantizar que los recursos necesarios para el desarrollo y la implementación de estas iniciativas ya sean económicos, tecnológicos o formativos, estén al alcance de todos los innovadores.
La descentralización de la innovación tecnológica es una estrategia adecuada para garantizar que las soluciones desarrolladas respondan a una diversidad de contextos. Debemos apostar por un modelo inclusivo que aproveche el talento y conocimiento de cada rincón del país. Solo así podremos cerrar las brechas tecnológicas y maximizar el potencial creativo de cada región, fortaleciendo un futuro más equitativo y sostenible.