Un año después de iniciado el proyecto “Plan de Monitoreo Ambiental Comunitario”, en Pampa Lagunillas, que tenía como objetivo el co-diseño de un monitoreo ambiental comunitario junto a la comunidad Indígena Aymara de Cancosa, se demostró que esta implementación es una herramienta estratégica no solo para la protección de los recursos naturales, sino también para el fortalecimiento de la identidad cultural, participación y autonomía territorial de la comunidad.
La iniciativa comenzó en mayo del año 2024, a raíz de una solicitud del Directorio de la Comunidad Indígena Aymara y por el interés y la preocupación de sus jóvenes profesionales, con el objetivo de dar seguimiento y entendimiento de la recuperación del Bofedal de Pampa Lagunillas, afectado por la explotación minera.
A lo largo del diseño e implementación del monitoreo ambiental comunitario se estudiaron y establecieron líneas de base de las componentes de flora y vegetación del lugar. Además, se realizó un estudio de los organismos que viven en el agua y que ayudan a mantener el equilibrio del bofedal. Por otra parte, se consideró el componente hidrogeológico para entender el funcionamiento del acuífero y conocer su evolución.
A partir de los datos recogidos en las diferentes campañas científicas que se llevaron a cabo junto a gestores y monitores ambientales de la comunidad, se logró levantar alertas tempranas y analizar impactos en el ecosistema del Bofedal de Pampa Lagunillas.
También, se construyeron las bases para una gobernanza ambiental local con un modelo de gestión comunitaria que puede replicarse y trasladarse a otras áreas y dimensiones del territorio de Cancosa, como, por ejemplo, posicionar un equipo de gestión local en torno a una estrategia de turismo comunitario responsable.
“Ha sido un privilegio trabajar junto a la comunidad para la puesta en valor del territorio a través de retomar y proponer un modelo nuevo de co-monitoreo ambiental comunitario. Este caso, además, tiene una relevancia que trasciende a la comunidad entendiendo que puede constituirse en un hito que marque lineamientos futuros para el trabajo en y con los territorios más allá del impacto en Pampa Lagunillas”, señaló Patricia Breuer Moreno, investigadora del Grupo de Ambientes Extremos del Centro C+, respecto a los señalado anteriormente.
La consolidación de esta experiencia permitió generar nuevas formas de participación, visibilizando el aporte de actores como los serenos, crear y poner en valor el rol de los monitores ambientales y de un equipo local de profesionales jóvenes de la comunidad preocupados y ocupados en la preservación de su territorio.
“Para mí ser parte de la unidad ambiental como comunera significa tomar una gran responsabilidad, por estar realizando acciones en pos de nuestra comunidad y en pos de nuestro medio ambiente. Yo creo que es súper importante como mujer Aymara de Cancosa resguardar nuestro patrimonio ambiental y estar en esta unidad significa eso, trabajar y aportar para que se mantenga, se resguarde, se super vigile la conservación de Lagunillas”, agregó Janett Challapa, Gestora Local, Unidad Medio Ambiental CIAC.
“Esta iniciativa ha sido un hito importante para nuestra comunidad principalmente porque está logrando la unión en función del objetivo común que es recuperación y la conservación del bofedal Lagunillas y Laguna Huantija y todo su entorno y alrededores”, señaló Antonio Mamani, Gestor Local CIAC.
Por último, Petra Wallem, investigadora encargada del proyecto y miembro del Centro C+ de Ingeniería UDD, agregó que “observar cómo la comunidad Indígena Aymara de Cancosa se ha ido apropiando de conceptos y palabras desconocidas, de un entendimiento científico de su territorio; y, por otra parte, nosotros los expertos aprender de ellos las palabras y el entendimiento Aymara del territorio ha sido un intercambio enriquecedor para todos. Hoy los comuneros tienen herramientas para la gestión ambiental de su territorio, que les permitirá defenderlo y asumir responsabilidad ante los desafíos que tienen por delante, en el marco de la crisis ambiental que enfrentamos todos.”
La continuidad de este proceso requiere acompañamiento sostenido, inversión en equipamiento básico, apoyo técnico en gestión de proyectos, compromiso e involucramiento de los jóvenes profesionales de la misma comunidad para garantizar su sostenibilidad en el tiempo de generación en generación.
Para ello, la comunidad en asamblea ha aprobado la continuidad de este proyecto, a través de nuevas líneas estratégicas, con el fin de fortalecer el monitoreo ambiental comunitario en Pampa Lagunillas; así como avanzar en la consolidación de la Unidad Medioambiental local más allá del Bofedal de Pampa Lagunillas. Asimismo, se buscará visibilizar este modelo como “caso de estudio” ayudando al posicionamiento de la comunidad como referentes de otras comunidades indígenas, y modelo de interés público y académico.