Fuente: Diario Sustentable
Ximena Ferrada es Ingeniera Civil y Doctora en Ciencias de la Ingeniería UC, Directora de la Carrera de Ingeniería Civil en Obras Civiles UDD e Investigadora líder del grupo de investigación en accesibilidad extrema del Centro de investigación C+ de la Facultad de Ingeniería UDD.
Investigadora responsable o coinvestigadora en diferentes proyectos de investigación del área de la gestión de proyectos, gestión de riesgo, accesibilidad, seguridad, entre otros. Cuenta con un importante número de artículos académicos en diferentes revistas internacionales, capítulos de libros y presentaciones a congresos internacionales del rubro.
Creo que, en los últimos años, el ecosistema de innovación en Chile ha ido tomando forma. Cada vez vemos más actores que participan en diferentes roles en este ecosistema, como las universidades, quienes han tomado roles activos en este tema, los centros de investigación como C+, los hubs de transferencia tecnológica, entre otros. Además, cada vez hay más empresas de distintos rubros que están creando áreas de innovación al interior de la organización con personal que se dedica en un porcentaje relevante de su tiempo a trabajar este tema. Si bien esto es algo incipiente, sobre todo en industrias que no se asocian históricamente con la innovación, como por ejemplo la construcción, ya se pueden ver algunos cambios que se espera que en el largo plazo den frutos concretos. Finalmente, es relevante mencionar el rol que tiene el gobierno en estas temáticas, el cual cuenta con diferentes fondos públicos a los que las organizaciones pueden postular y que ha creado una gobernanza para dar sustento a este ecosistema.
Uno de los desafíos importantes que enfrentamos es aumentar el nivel de inversión en I+D del país, el cual actualmente es de solo un 0,34% del PIB, el cual es muy bajo en comparación con el resto de los países de la OCDE cuyo promedio de inversión se encuentra en un 2,48% del PIB. Claramente, es necesario que aumente la inversión tanto desde el Estado como desde los privados. Por otra parte, es importante que se le dé más relevancia a la investigación aplicada, que permita llevar a cabo un proceso de transferencia tecnológica desde la academia al sector productivo. De esta forma se acercará la investigación a la industria y se resolverán problemas concretos asociados a necesidades reales. Otro desafío importante es aumentar el porcentaje de empresas que innovan. Actualmente, según datos del Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación entregados en diciembre 2022, solo un 16,7% de las empresas en Chile innovaron durante el periodo 2019-2020. Este es un tema fundamental, donde se debe fomentar que más empresas incorporen la innovación como parte de su quehacer cotidiano, dado que es fundamental para aumentar la productividad, enfrentar de mejor forma a la competencia y crecer.
La innovación es uno de los sellos que distingue a la Universidad del Desarrollo, por lo que está en el corazón de todo lo que hacemos. Esto se puede observar a nivel de pregrado, postgrado e investigación. Un ejemplo claro de la importancia de este tema para nosotros es la existencia de nuestro Centro de Investigación C+. La innovación es uno de los pilares que nos mueve y que nos lleva a estar siempre atentos a lo que ocurre en nuestro entorno, a las nuevas tecnologías que van surgiendo y a generar nuevas redes tanto nacionales como internacionales, para con ello aportar a resolver las necesidades detectadas en la sociedad.
Como centro de investigación, la innovación es algo que está en nuestro ADN. Constantemente estamos buscando soluciones a diferentes problemas de la sociedad que deben enfrentarse de forma creativa e innovadora. Esto implica desarrollar un trabajo interdisciplinario que permite integrar diferentes experiencias, visiones y aprendizajes que nos ayuden a encontrar soluciones factibles e innovadoras. Esta forma de trabajo nos ha permitido estar a la vanguardia en temas tecnológicos, lo que entre otras cosas se ve reflejado en las diferentes solicitudes de patentes que hemos presentado en los últimos años.
Uno de nuestros proyectos es SIDEX, el cual presentó su solicitud de patente el año 2022. Este es una silla adaptada para personas sin movilidad de piernas y/o sin control de tronco que les permite participar de actividades de canotaje, como por ejemplo rafting (ríos de nivel 3) y kajak- canoa polinésica. Este asiento fue pensado principalmente para deportistas y usuarios turísticos. El proceso de diseño fue muy interesante, realizado por un equipo interdisciplinario, bajo un proceso colaborativo, en donde tomaron mayor relevancia los temas asociados a la ergonomía, la seguridad y la libertad de movimiento requerida para realizar cada uno de estos deportes.
