Tanto el sector público-privado deberán colaborar para un desarrollo económico y ambiental que vayan de la mano y genere confianza.
En respuesta a los desafíos emergentes derivados de la reciente Ley de delitos económicos y contra el medio ambiente, Chapter Zero Chile, junto a la Facultad de Ingeniería y la Facultad de Derecho de la Universidad del Desarrollo, organizaron el conversatorio “Responsabilidades del director para el cumplimiento ambiental en el contexto del Cambio Climático”.
En la instancia, un destacado panel de expertos – compuesto por Valentina Durán, directora ejecutiva del Servicio de Evaluación Ambiental; Felipe Leiva, abogado y profesor de Facultad de Derecho UDD; Luz Didier, directora SK Godelius, miembro de red Chapter Zero Chile; Julio Recordon, socio Carey, abogado ambiental, miembro de red Chapter Zero Chile; y moderado por Raúl Campusano, director de postgrado Facultad de Derecho UDD –reflexionaron sobre las modificaciones regulatorias y sus repercusiones en el ámbito empresarial, especialmente en el marco de la emergencia climática y los ajustes en la permisología ambiental.
Valentina Durán, directora ejecutiva del Servicio de Evaluación Ambiental (Sea) comentó que “las puertas están abiertas para una discusión y una colaboración público-privada para trabajar juntos en cómo hacer una mejor evaluación de impacto ambiental.”
Asimismo, los participantes analizaron los principales desafíos que enfrentan las organizaciones y el sector público en relación con el cambio climático y la evaluación de impacto ambiental de los negocios. Algunos de ellos son:
En esa línea, se consultó a los participantes acerca de los tres compromisos principales que los directorios deben asumir para una gestión ambiental efectiva de sus proyectos y negocios, más allá del cumplimiento normativo. Las respuestas se centraron en la importancia del trabajo colaborativo, el fortalecimiento de la confianza y el mantenimiento de objetivos claros.
Claudio Muñoz, presidente de Chapter Zero Chile, destacó la importancia del evento al afirmar que “el mundo del directorio de la empresa se conecta con el mundo de la autoridad, en este caso, la evaluación ambiental. Lo que ha sucedido aquí es que comenzamos a conocernos más, empezamos a entender más las motivaciones, las preocupaciones, los desafíos que enfrentamos y buscar justamente avanzar más rápido en la obtención de permisos. Que quienes estamos en empresas y directorios, podamos justamente avanzar desarrollando proyectos cumpliendo las normativas vigentes.”
Este conservatorio representa un paso significativo hacia la comprensión mutua y la colaboración efectiva entre el sector público y privado, proporcionando un marco para abordar los retos ambientales en el contexto actual de cambios regulatorios.
