La llegada al país de vehículos con cada vez mayores autonomías, que reducen los iempos de carga y, a su vez, la existencia de más electrolineras disponibles son algunos de los factores que un informe reciente de la Asociación Nacional Automotriz de Chile (ANAC) define como responsables del aumento sostenido de la venta de unidades cero y bajas emisiones.

Junto a ello, el récord de homologaciones presentadas en lo que va de año ha permitido ampliar la oferta y ha dado pie a promociones que superan el 30% de descuento del precio de lista.

Así, es posi ble encontrar vehículos desde $12.290.000 con bonos incluidos, dice el reporte.

En este escenario, ¿qué tan conveniente es adquirir un vehículo eléctrico en el país? “Si uno va a comprar un auto eléctrico, vale la pena en la medida que uno mantenga el auto el mayor tiempo posible y lo extienda el mayor tiempo posible”, apunta el director del Centro de Investigación en Sustentabilidad (CiSGER) de la U.

del Desarrollo, Álex Godoy, quien puntualiza que a pesar de que los costos de operación y mantenciones son asequibles, el problema hoy es la cantidad de estaciones de carga disponibles: “Si tuviésemos una red de distribución de red de de sistemas de carga a lo largo de Chile podría ser mucho más fácil”.La gerente senior de servicios de cambio climático y sostenibilidad de EY, Rominna Gaete, también indica que es necesario seguir potenciando una infraestructura de carga más extensa y accesible.

“Esto incluye no solo las zonas urbanas, sino también las áreas rurales, donde la cobertura es especialmente crítica debido a la geografía de nuestro territorio”, afirma.Analizando el escenario con una mirada a lo que ocurre en la región, el secretario general de la ANAC, Diego Mendoza, dice que “hay países vecinos que ya tienen más de 2% de participación de vehículos eléctricos, meta que nosotros no hemos alcanzada a pesar de triplicar la venta este año”.

En ese sentido, puntualiza que Brasil está en 2,9% y Colombia en 2,8% de participación en el segmento.*Han crecido más especialmente por contar con políticas públicas claras, que fomenten la electrificación, como aranceles cero, fin al impuesto al lujo o fin a las restricciones a la circulación en modelos electrificados”, acota.Para continuar impulsando el desarrollo es importante «reforzar la normativa y regulación existente, incrementar la inversión en la infraestructura de carga del país, así como también continuar generando espacios de colaboración entre el Gobierno, la industria automotriz y proveedores de energía”, apunta la gerente senior de servicios de cambio climático y sostenibilidad de EY.