La exposición a la contaminación atmosférica se ha convertido en una preocupación mundial creciente, especialmente debido a su impacto significativo en la salud humana, afectando de manera particular a la población infantil, con variados efectos en la salud a corto y largo plazo. Entre estos se incluyen enfermedades respiratorias, tanto agudas como crónicas, así como consecuencias en el desarrollo neuronal que pueden derivar en alteraciones cognitivas y el rendimiento académico.
En este contexto, alrededor de 50 colegios públicos de la región Metropolitana estarán participando en la iniciativa “REDES+: Red de Escuelas para el monitoreo ambiental de Santiago”, proyecto que busca implementar una red de sensores de calidad del aire y temperatura en las 34 comunas del Gran Santiago.
La iniciativa es impulsada por un equipo interdisciplinario, integrado por investigadores del Centro de Investigación C+ de la Facultad de Ingeniería UDD, el Centro de Epidemiología y Políticas de Salud UDD, Departamento de Ciencias de la Universidad Adolfo Ibáñez y el Centro Hemera y Escuela de Ingeniería Forestal de la Universidad Mayor, buscando recolectar datos locales y dar fácil acceso de información ambiental y calidad del aire a escuelas y comunidades educativas.
Los sensores se encuentran actualmente midiendo material particulado fino (PM2.5) y temperatura en tiempo real — variables ambientales claves que influyen en el entorno y la asistencia escolar de niños y niñas— permitiendo que toda la información quede disponible en línea y de manera gratuita para los estudiantes, apoderados y la comunidad local cercana a los establecimientos educacionales.
“Uno de los objetivos principales del proyecto es evaluar cómo las condiciones ambientales extremas, por ejemplo, días de bajas temperaturas y altos niveles de material particulado, afectan la asistencia escolar y el rendimiento académico de los estudiantes. Con esto, esperamos generar información que tenga aplicación directa para el diseño de políticas públicas”, indica Ignacio Fernández, investigador de la Universidad Adolfo Ibáñez e investigador principal del proyecto.
Sebastián Diez, investigador del Centro C+ de Ingeniería UDD y uno de los investigadores a cargo del proyecto, señala que “medir en escuelas no solo genera datos, sino que también genera aprendizaje, ya que cada sensor abre una oportunidad para hablar del medio ambiente, salud, ciencia y territorio con alumnos, docentes y sus familias, usando información real de su propio barrio”.
Sebastián también recalcó que a lo largo de la iniciativa se han realizado talleres para los colegios y la comunidad escolar sobre el uso de los datos recogidos por los sensores, con el fin de que pueda transformarse en información útil para la toma de decisiones y una herramienta docente para promover las capacidades científicas de los estudiantes.
Impactos de los recientes incendios
A raíz del reciente incendio forestal que ya ha consumido más de 2.500 hectáreas en la comuna de San Pedro, provincia de Melipilla, los sensores han permitido identificar eventos agudos y cuantificar la concentración de material particulado en el ambiente, como, por ejemplo, el humo nocturno asociado a estos episodios, mostrado en la figura.
Los datos también muestran diferencias de exposición entre barrios, con una variabilidad espacial que muchas veces queda oculta a escala ciudad. La información generada permitirá comprender mejor cómo estas variaciones geográficas pueden interactuar con el entorno escolar y con el aprendizaje de niños y niñas.
“La red REDES+ permite capturar episodios agudos de contaminación asociados a incendios forestales que muchas veces no quedan reflejados en los promedios regulatorios. Esto es clave para entender exposiciones reales en entornos escolares, especialmente durante eventos de humo de corta duración que pueden tener impactos relevantes en la salud y el aprendizaje de niños y niñas”, comenta Blanca Ríos, investigadora del Centro Hemera de la U.Mayor.
Episodio de PM2.5 asociado a humo de incendios en Santiago el 16 y 17 de diciembre, observado por la red REDES+ con resolución horaria (paneles de arriba) y por la red oficial SINCA mediante promedios móviles de 24 horas (paneles de abajo). La comparación muestra diferencias espaciales marcadas y resalta episodios de corta duración que no se reflejan plenamente en métricas reguladas.




