Seis grupos del curso de Mecánica, dictado por el profesor Alvaro González, participaron en un concurso de diseño y construcción de un edificio sismorresistente utilizando solo dos materiales: tallarines y cinta adhesiva.
Los prototipos fueron sometidos a diversas pruebas de resistencia y diseño. El desafío fue que el edificio, de 40 centímetros de alto como mínimo, cumpliera una serie de pruebas de carga, entre ellas, resistir una excitación sísmica. Para esta última prueba, un grupo de alumnos del espacio creativo “Factoría”, de la Facultad de Ingeniería, construyó una mesa sísmica de bajo costo, utilizando casi exclusivamente materiales reciclados.
“Esta fue una buena oportunidad para que los alumnos aplicaran los conceptos aprendidos durante el curso. Este semestre se hizo una experiencia piloto, en el segundo utilizaremos otros materiales, construiremos edificios de mayor altura donde los alumnos tendrán que utilizar los conocimientos de las distintas unidades vistas en el curso: análisis de estructura tipo reticulado en tres dimensiones, vibraciones mecánicas, entre otros. Además, se incluirá más tecnología aplicada como aisladores sísmicos o disipadores de energía”, afirmó el profesor Alvaro González.