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Estudio conecta altas concentraciones de metales tóxicos con actividad minera en comunidades de Alto el Loa

Algunas localidades del norte de Chile se encuentran expuestas a los impactos de actividades industriales de cobre que existen en la región de Antofagasta. Este es el caso de las comunidades indígenas pertenecientes al Área de Desarrollo Indígena de Alto el Loa, que se ubica a menos de 10 km de distancia del relave de “Talabre”, el cual puede ser una fuente importante de polvo con altas concentraciones de elementos potencialmente tóxicos para la salud ambiental y humana. 

A raíz de esto, Nicolás Zanetta-Colombo, Investigador del Departamento de Geografía y Heidelberg Center for the Environment de la Universidad de Heidelberg e Investigador Adjunto del C+, junto con la colaboración de Zoë Fleming, investigadora principal del grupo de investigación Envirohealth Dynamics del Centro de Investigación en Tecnologías para la Sociedad (C+) de la Facultad de Ingeniería UDD y de Carlos Manzano del Departamento de Química de la Universidad de Chile, investigaron la distribución espacial y niveles de riesgo de concentraciones de metales potencialmente tóxicos contenidas en el polvo sedimentado de siete comunidades de Alto El Loa. 

Los resultados del estudio sugieren que las variaciones en las concentraciones de Arsénico,  Antimonio, Cadmio, Cobre, Molibdeno, Plata, Plomo y Azufre en el polvo respirable que se encontró en los techos y ventanas de los pueblos del Alto El Loa, pueden explicarse por las emisiones de las actividades mineras. A su vez, modelos de riesgo calculados a las concentraciones de estos metales indican una alta carga de contaminación y potencial riesgo no-cancerígeno y cancerígeno en caso de exposición por ingesta en niños y niñas de Alto El Loa. 

Por otra parte, se descubrió que un factor importante es la intensidad y dirección del viento, los que desempeñan un papel fundamental en el transporte de partículas de polvo, sobre todo durante las horas del día (el viento llega generalmente a las comunidades desde el sur oeste, donde está Calama y la mina Chuquicamata), pero también de forma estacional.

Otro de los objetivos de la investigación fue visibilizar el caso del norte de Chile como un territorio crítico en donde se deben tomar acciones para mitigar los efectos de la minería frente a un nuevo escenario de demanda internacional de materias primas necesarias para la transición hacia una sociedad global de carbono neto cero.

En relación con esto, Nicolás Zanetta-Colombo señaló que “estamos intentando entregar una mirada geoquímica a una inquietud local histórica. Esperamos que estos resultados sean un aporte al llamado de atención al sector público, privado y académico, que permitan movilizar esfuerzos y recursos para más y mejor investigación en estos territorios con tensiones ambientales. Estamos frente a una demanda de cobre y otros elementos conductivos sin precedente. Entender y mitigar los efectos de un incremento en la producción es una tarea actual y vital para cuidar a las comunidades que habitan territorios extractivos en Chile, Latinoamérica y otras regiones del llamado “Sur Global”.

Por otra parte, uno de los aspectos novedosos del proceso metodológico llevado a cabo en este estudio, fue la directa relación con las comunidades desde el comienzo. Así, y debido a las restricciones del COVID-19 durante el 2020-2021, se llevaron a cabo reuniones on-line con las comunidades indígenas para discutir los alcances y procesos, como el de toma de muestras.  Una vez en Alto El Loa, integrantes de las comunidades fueron parte del proceso de muestreo de polvo en sitios definidos por estas mismas en base a la relevancia cultural y local. 

En relación al trabajo en conjunto que se llevó a cabo con las comunidades, Zoë Fleming señaló que “la comunicación con la comunidad durante las etapas de la investigación fue fundamental para generar confianza y explicar apropiadamente lo que está sucediendo en su territorio, lo que ha permitido además, una continuidad de esta relación en futuras investigaciones”. 

Se espera entonces, que el estudio pueda servir tanto a las comunidades de Alto El Loa como también a otras localidades que están viviendo procesos similares, además de poner en conocimiento de la sociedad temas tan importantes que afectan de forma directa a la calidad de vida y salud de las personas.