Ayer se llevó a cabo el seminario de cierre del proyecto Fondef-Simplaner en la Casa Central de la Universidad Católica, un evento que reunió a autoridades del Ministerio de Salud, Servicios de Salud Metropolitano y del Maule, así como representantes de la Red UC Christus y miembros de la academia. Este proyecto, tras dos años de desarrollo, se consolidó como una herramienta clave para la evaluación de la respuesta de los servicios de urgencias ante demandas hospitalarias extremas, específicamente en casos de terremotos, un fenómeno recurrente en Chile.
El proyecto, financiado por el Fondo de Fomento al Desarrollo Científico y Tecnológico (FONDEF), contó con la participación de la Pontificia Universidad Católica de Chile y la Universidad del Desarrollo como instituciones beneficiarias, marcando un hito en la colaboración interinstitucional para abordar un desafío de alta complejidad.
Gabriel Candia, profesor investigador de la UDD y director alterno de este proyecto FONDEF destacó la importancia de esta actividad: “Hoy día celebramos el cierre del proyecto Simplaner, que consiste en una plataforma para evaluar la respuesta de una red de emergencia en salud debido a la ocurrencia de un evento extremo como un terremoto. Ha significado empujar el estado del arte de lo que se venía haciendo hasta ahora”. Este software está organizado en base a diversos módulos, los que reflejan distintos campos de conocimiento involucrados, por ejemplo la simulación de eventos sísmicos, respuesta y fragilidad estructural, traslado y transferencia de heridos hacia los centros de asistencia, y la dinámica de los pacientes dentro los centros asistenciales. Aunque el docente reconoce que aún existen muchas oportunidades de mejora, la plataforma ofrece un salto cualitativo en la toma de decisiones ante emergencias de gran escala.
El profesor Juan Carlos de la Llera, director del proyecto y académico de la Facultad de Ingeniería de la UC, también resaltó la magnitud del trabajo interdisciplinario llevado a cabo: “Es uno de los primeros proyectos a nivel mundial donde realmente nos acercamos al proceso completo, desde la generación misma del terremoto hasta lo que es la tensión última del paciente. Nadie ha modelado el proceso completo”. Además, subrayó que este esfuerzo conjunto entre las disciplinas de la ingeniería y las ciencias de la salud permitirá avanzar en la mejora de la respuesta ante emergencias, haciendo énfasis en la importancia de continuar con la profundización de las capas ya desarrolladas.
Pía Molina Chaparro, Coordinadora de Gestión del Riesgo en Emergencias y Desastres del Servicio de Salud Metropolitano Sur Oriente, habló sobre los beneficios de este tipo de proyectos para el sector salud: “Este tipo de proyectos (…) va a beneficiar en que al mejorar o al tratar de ponernos en un supuesto futuro, vamos a poder visualizar cómo tomar de una mejor manera decisiones, realizar gestiones y coordinaciones que sean positivas para la atención de nuestros usuarios”. Molina subrayó la importancia de la colaboración entre el ámbito académico y el sector público, ya que la conjunción de estas dos áreas contribuye a mejorar la capacidad de respuesta ante desastres.
Este proyecto representa un paso adelante en el fortalecimiento del sistema de salud chileno, no solo ante terremotos, sino ante diversos eventos críticos que pudieran afectar la infraestructura sanitaria. Según los responsables del proyecto, el próximo paso será perfeccionar el software y expandir su aplicación a otros escenarios de emergencia.
En este sentido, la colaboración entre universidades, como la UDD y la UC, con el sector público se consolida como un modelo a seguir para futuras iniciativas. Este esfuerzo conjunto ha permitido desarrollar una plataforma que no solo genera datos valiosos, sino que también contribuye a la creación de conocimiento aplicable a la gestión de emergencias en el país.
La comunidad académica, junto con los profesionales del sector salud, ha demostrado que la interdisciplina y la innovación son fundamentales para enfrentar los desafíos que impone la naturaleza en un país como Chile. Con la culminación del proyecto Fondef-Simplaner, se abre la puerta a nuevas oportunidades de investigación y desarrollo que, sin duda, beneficiarán a las futuras generaciones.